En 2025 se ha registrado una tendencia notable en el panorama migratorio español: por primera vez desde 2020, las solicitudes de asilo han experimentado una disminución significativa. Según datos recogidos por medios nacionales como El País, las peticiones de protección internacional hasta agosto de 2025 han caído en torno al 13 % en comparación con el mismo periodo del año anterior.
¿Por qué esta caída?
Varios factores estructurales, legislativos y del contexto internacional confluyen para explicar este fenómeno:
Nueva regulación de extranjería más restrictiva
En los últimos meses, España ha reforzado su normativa migratoria para endurecer los requisitos para conceder permisos de residencia vinculados al arraigo o vinculación del solicitante con el país. Una de las modificaciones más relevantes del nuevo reglamento es que ya no se permite que el tiempo de espera de una solicitud de asilo cuente como parte de los requisitos para obtener residencia por arraigo. Esto deja a muchas personas en una situación más precaria si su petición es denegada, pues ya no cuentan con un “colchón legal” mientras su trámite se resuelve.
En los últimos meses, España ha reforzado su normativa migratoria para endurecer los requisitos para conceder permisos de residencia vinculados al arraigo o vinculación del solicitante con el país. Una de las modificaciones más relevantes del nuevo reglamento es que ya no se permite que el tiempo de espera de una solicitud de asilo cuente como parte de los requisitos para obtener residencia por arraigo. Esto deja a muchas personas en una situación más precaria si su petición es denegada, pues ya no cuentan con un “colchón legal” mientras su trámite se resuelve. Impacto sobre nacionalidades específicas
Las nacionalidades que tradicionalmente han encabezado las solicitudes —como colombianos y peruanos— han visto descensos particularmente abruptos. Para estas nacionalidades, la caída de peticiones ronda el 60 %.
En contraste, las solicitudes de venezolanos se han incrementado en un 35 %, consolidándolos como los principales solicitantes de asilo en el contexto europeo de 2025.
Las nacionalidades que tradicionalmente han encabezado las solicitudes —como colombianos y peruanos— han visto descensos particularmente abruptos. Para estas nacionalidades, la caída de peticiones ronda el 60 %. En contraste, las solicitudes de venezolanos se han incrementado en un 35 %, consolidándolos como los principales solicitantes de asilo en el contexto europeo de 2025. Tendencia europea en descenso
España no es una excepción dentro del bloque. En el primer semestre de 2025, los países de la Unión Europea (más Noruega y Suiza) recibieron 399.000 solicitudes, lo que representa una caída del 23 % respecto al mismo periodo de 2024.
Esta reducción se relaciona, en buena medida, con un desplome dramático en las solicitudes de ciudadanos sirios: la inestabilidad del régimen de Bashar al-Asad y cambios en el conflicto han hecho que ese flujo migratorio disminuya abruptamente.
España no es una excepción dentro del bloque. En el primer semestre de 2025, los países de la Unión Europea (más Noruega y Suiza) recibieron 399.000 solicitudes, lo que representa una caída del 23 % respecto al mismo periodo de 2024. Esta reducción se relaciona, en buena medida, con un desplome dramático en las solicitudes de ciudadanos sirios: la inestabilidad del régimen de Bashar al-Asad y cambios en el conflicto han hecho que ese flujo migratorio disminuya abruptamente. Acumulación de solicitudes pendientes y presión burocrática
Aunque en 2025 hay una caída de nuevos casos, previamente España acumuló un volumen considerable de expedientes sin resolver. A finales de 2024, más de 242.000 solicitudes de protección internacional estaban en espera, un 27 % más que el año anterior.
En ese año, la Oficina de Asilo y Refugio (OAR) resolvió 96.251 expedientes, un 4,2 % más que en 2023.
Impactos sociales y riesgos
La caída de peticiones, al menos en parte, podría no reflejar una mejora en las condiciones de vida o situaciones humanas, sino una barrera creciente al acceso:
Muchas personas que antes habrían presentado una solicitud optan ahora por quedarse en la irregularidad o no ingresar siquiera formalmente al sistema.
Las demoras burocráticas, la falta de citas para formalizar solicitudes y la saturación administrativa persuaden a muchos solicitantes a desistir o buscar rutas alternativas para migrar.
Las organizaciones humanitarias advierten que el endurecimiento regulatorio puede aumentar la vulnerabilidad de personas que realmente necesitan protección.
Perspectiva histórica y marco cuantitativo
Para entender la magnitud del cambio, estos datos ayudan a dimensionarlo:
En todo 2024, España recibió 167.366 solicitudes de protección internacional (personas que pidieron refugio o protección subsidiaria), con un incremento modesto del 2,5 % frente a 2023.
En ese mismo año, la OAR resolvió 96.251 expedientes, cifra récord para la institución (exceptuando 2020, que fue atípico por la pandemia).
Colombia y Venezuela fueron los países con mayor número de solicitantes en 2024, representando más del 63 % del total de peticiones (Colombia: 40.140; Venezuela: 66.134).
En lo que va de 2025 (hasta agosto), se han registrado 97.008 solicitudes de protección internacional en España. De esas, 56.738 corresponden a venezolanos y 10.838 a colombianos.
En el plano europeo, los países del bloque (EU+) registraron una disminución del 13 % en solicitudes comparando países individuales como España con respecto a 2024.
Futuro y desafíos institucionales
El panorama inmediato sugiere varias líneas de tensión:
[SRC] https://www.diariodelsur.com.co/solicitudes-asilo-espana-caida-2025/