Trump y Lula Anticipan Reunión Tras Saludo en la Asamblea General de la ONU
En un giro inesperado durante la 80ª Asamblea General de la ONU en Nueva York, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, mantuvieron un breve encuentro. Trump describió la reunión como un momento de "excelente química" y anticipó una posible reunión la próxima semana.
Un Saludo Fugaz que Rompe el Hielo
Según declaraciones de Donald Trump, el encuentro consistió en un saludo rápido: "Lo vi, él me vio y nos dimos la mano. Quedamos en vernos la semana que viene". Este gesto, aunque breve, marca un cambio significativo en la relación bilateral, que había estado tensa en los últimos meses, según fuentes oficiales de ambos países. El gobierno de Lula da Silva confirmó la charla, calificándola de cordial. La posibilidad de esta reunión representa un giro notable considerando las tensiones previas.
La relación entre Estados Unidos y Brasil se había deteriorado debido a las sanciones impuestas por Washington a funcionarios brasileños vinculados al caso de Jair Bolsonaro y a los aranceles del 50% aplicados a productos brasileños. Lula, durante su discurso en la ONU, criticó las "sanciones arbitrarias" y las "intervenciones unilaterales", sin nombrar directamente a Trump, aunque la alusión era evidente.
Repercusiones Políticas y Económicas
El posible acercamiento entre Trump y Lula tiene implicaciones políticas significativas, especialmente para el bolsonarismo. Eduardo Bolsonaro, hijo del expresidente, ha estado buscando en Estados Unidos el apoyo para sanciones contra Brasil. La mera posibilidad de una reunión entre los dos mandatarios se considera una derrota para los esfuerzos del hijo de Bolsonaro. La noticia del encuentro fugaz tuvo un impacto inmediato en los mercados brasileños: el real se apreció un 1% frente al dólar, y la Bolsa de San Pablo (Bovespa) alcanzó un máximo histórico.
La ministra Gleisi Hoffmann celebró el cambio en el clima diplomático, expresando sorpresa y optimismo ante la aparente buena impresión que Lula causó en Trump. Si bien aún no hay una confirmación formal de una reunión bilateral, la Casa de Gobierno brasileña no descarta un encuentro en los próximos días.
El Futuro de la Relación Bilateral
A pesar de este aparente deshielo, persisten diferencias fundamentales entre ambos países. El proteccionismo estadounidense, las sanciones aplicadas y el rol del bolsonarismo en Washington siguen siendo puntos de conflicto. Sin embargo, la apertura de un diálogo bilateral ofrece la posibilidad de negociar el levantamiento de aranceles y de fortalecer una relación estratégica que había alcanzado un punto crítico.
En su discurso ante la ONU, Lula enfatizó: "Ante los ojos del mundo, Brasil envió un mensaje a todos los aspirantes a autócratas: nuestra democracia y nuestra soberanía no son negociables". El desafío ahora será determinar si la breve "química" entre Trump y Lula es suficiente para marcar el comienzo de una nueva etapa en la relación entre Brasil y Estados Unidos.
El encuentro entre los líderes de las dos democracias más pobladas de América se celebraría en el momento más crítico de una relación bilateral de más de dos siglos. Poco después, el canciller brasileño, Mauro Vieira, ha sugerido, en una entrevista con CNN, que la conversación “podría ser por teléfono o por videollamada, dado que el presidente [Lula] está muy ocupado”.
La administración estadounidense está embarcada en una campaña extraordinaria de presión contra Brasil para que Jair Bolsonaro, expresidente y aliado de Trump, no rindiera cuentas ante los tribunales por intentar perpetrar un golpe de Estado.
Tras condenar el ataque de Hamás en 2023, Lula ha enfatizado que “nada, absolutamente nada, justifica el genocidio que está en marcha en Gaza”.
