Una mujer se realiza una mamografía para la detección precoz del cáncer de mama / EUROPA PRESS
Anabel acudió a su mamografía rutinaria con la tranquilidad que inspira la prevención. La indicación fue clara: "Si no la llamamos en unos días, es que todo está bien". Y no llamaron. Transcurrió un año entero en una calma ficticia, hasta que el teléfono sonó para citarla a una nueva prueba. Durante esos doce meses, mientras ella seguía con su vida, un cáncer crecía en silencio.
"Tengo cáncer de mama a consecuencia del retraso tan grande", lamenta ahora, atrapada en una pregunta sin respuesta. ¿Cómo es posible que el radiólogo pidiera más pruebas y nadie la avisara durante un año?
Fallo masivo en el sistema sanitario de Andalucía
Su historia no es un caso aislado. Es el eco de un fallo masivo en el sistema sanitario que ha dejado en un limbo de incertidumbre y riesgo a, como mínimo, 2.000 mujeres en toda Andalucía.
La Consejería de Salud, que inicialmente admitió un puñado de casos, ha tenido que elevar la cifra hasta una escala que roza el escándalo. Todas ellas compartían un diagnóstico preliminar: "Lesión posiblemente benigna", un término técnico que requería seguimiento, pero que, por una quiebra en el protocolo, nunca les fue comunicado.
El imperdonable retraso en el diagnóstico de cáncer de mama
El de Cristina es otro relato que ilustra la tragedia. Más de un año después de su mamografía, fue ella misma quien se palpó un bulto. "Justo donde en la mamografía de 2023 ya había un nódulo", explica con una mezcla de rabia y alivio. Los propios sanitarios que la atendieron después confirmaron la negligencia: deberían haberla llamado para una ecografía de control.
Dos profesionales valoran el tratamiento a seguir para un paciente con cáncer / PEXELS
Su diagnóstico final, tras una reclamación y casi dos años de espera, también fue un tumor maligno. "Si yo no me lo llego a palpar, si llega a estar más oculto o a ser más agresivo, lo mismo no te lo estoy contando hoy", advierte.
La Junta de Andalucía pide disculpas
Lo que empezó como un goteo de denuncias documentadas por la Asociación de Mujeres con Cáncer de Mama (Amama) de Sevilla, que pasó de registrar cinco casos a medio centenar en pocas horas, se ha convertido en una avalancha que ha obligado a la Junta de Andalucía a actuar.
La consejera de Salud, Rocío Hernández, ha pedido disculpas por "la situación de incertidumbre y angustia generada" y ha anunciado que el Servicio Andaluz de Salud (SAS) ha comenzado a llamar "una por una" a las 2.000 mujeres afectadas.
Un error de protocolo
Según la explicación oficial, el error se produjo en un punto ciego del protocolo. Mientras los diagnósticos "negativos" y "positivos" activaban una comunicación clara, los casos de "lesiones posiblemente benignas" quedaban en manos de hasta tres radiólogos que decidían, según el riesgo, cuándo realizar una nueva prueba.
El problema, admiten ahora, es que las pacientes vivían "ajenas a estas circunstancias". Recibían una llamada meses o un año después sin previo aviso, generando una alarma que, según la consejera, "hay que corregir".
Circuito preferente para paliar la crisis
Para paliar la crisis, se ha activado un "circuito preferente" y un buzón de contacto en la web del SAS.
Sin embargo, la confianza está rota. María, una sevillana de 57 años, recibió la notificación por carta ordinaria casi dos años después de su prueba. "Me operaron de un cáncer y tengo hecha una mastectomía. Si hubiera sido más agresivo, yo ya estaría muerta", relata con crudeza. "¿Y si esa carta se pierde? Para la Administración soy un número, pero esta es mi vida".
Consecuencias políticas y legales
El escándalo ya ha traspasado la esfera sanitaria. La Asociación del Defensor del Paciente ha solicitado a la Fiscalía Superior de Andalucía que investigue los hechos por una posible "dejación de funciones", argumentando que "el incumplimiento de estos programas solo cuesta sufrimiento y dinero a la sanidad pública".
Mientras tanto, la oposición ha cargado duramente contra la gestión del Gobierno andaluz. La secretaria general del PSOE-A, María Jesús Montero, ha exigido explicaciones por "el enorme escándalo", y la portavoz de Por Andalucía, Inmaculada Nieto, ha acusado a la consejera de "una tremenda insensibilidad" y de liderar "una proliferación de la ineptitud".
Las debilidades del sistema sanitario andaluz
La propia consejera, Rocío Hernández, en una tensa entrevista en la Cadena SER, llegó a apuntar a una posible "manipulación del sistema sanitario público", para después matizar que todos los sistemas tienen "debilidades".
La crisis andaluza ha encendido las alarmas a nivel nacional. La ministra de Sanidad, Mónica García, ha anunciado que pedirá a todas las comunidades autónomas sus datos sobre detección precoz de cánceres para analizarlos "con lupa" en el próximo consejo interterritorial. Mientras el ruido político crece, para 2.000 mujeres y sus familias solo queda la angustia de una llamada que nunca llegó a tiempo y la incertidumbre de saber qué habría pasado si el sistema que debía protegerlas no les hubiera fallado.
[SRC] https://www.consumidorglobal.com/bienestar/retraso-diagnostico-cancer-mama-andalucia-2000-mujeres-afectadas_16588_102.html