Estados Unidos confirmó que, a partir del 1 de octubre de 2025, todos los medicamentos importados estarán sujetos a un arancel del 100 %, según el anuncio del presidente Donald Trump. La decisión, considerada la más drástica en la historia reciente de la política comercial farmacéutica del país, busca impulsar la producción nacional y reducir el déficit fiscal. Sin embargo, expertos en salud y economía alertan sobre un posible incremento de la inflación, riesgo de desabastecimiento y un encarecimiento en el acceso a terapias vitales, con repercusiones directas para millones de pacientes y para la sostenibilidad del sistema de salud de la principal potencia mundial.
Un viraje histórico en la política comercial
El gobierno estadounidense ha utilizado los aranceles como una herramienta recurrente para proteger la industria local. Sin embargo, la aplicación de un gravamen del 100 % sobre medicamentos importados constituye un paso inédito que coloca al sector salud en el centro de la agenda económica.
Trump defendió la medida asegurando que se trata de un esfuerzo para estimular la manufactura nacional y reducir la dependencia de mercados externos, principalmente de Europa y Asia. Solo quedarán exentas las farmacéuticas que hayan iniciado proyectos de manufactura en territorio estadounidense, una condición que pretende acelerar la relocalización de la producción.
La disposición se suma a una lista de tarifas aplicadas en otras industrias como muebles, gabinetes y transporte pesado que evidencian la estrategia proteccionista de la actual administración.
El peso de las importaciones farmacéuticas
Estados Unidos es el mayor comprador mundial de medicamentos. Según datos oficiales del Census Bureau, en 2024 las importaciones farmacéuticas ascendieron a 233 mil millones de dólares, una cifra que refleja la magnitud del mercado y la dependencia estructural de proveedores externos.
Una parte importante de los medicamentos patentados que ingresan al país proviene de Irlanda, Suiza y Alemania, mientras que insumos críticos y genéricos se abastecen principalmente desde China e India. Con un arancel de estas dimensiones, el costo de los fármacos que cruzan la frontera podría duplicarse en aduana, afectando de manera directa a las farmacéuticas multinacionales, los sistemas de aseguramiento y los pacientes que dependen de estos tratamientos.
Riesgos para pacientes y aseguradoras
El impacto de la medida sobre el gasto sanitario será inmediato. Los programas públicos como Medicare y Medicaid, que atienden a decenas de millones de personas, enfrentarán mayores costos para la adquisición de medicamentos de alto costo, especialmente biológicos y terapias oncológicas.
Las aseguradoras privadas también se verán obligadas a ajustar sus coberturas, lo que podría derivar en copagos más elevados o en restricciones al acceso de medicamentos innovadores. Para los pacientes sin cobertura robusta, el panorama es aún más complejo, ya que el aumento de precios podría generar barreras adicionales al acceso a tratamientos esenciales.
Advertencias sobre inflación y cadena de suministro
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ha señalado que los aranceles aplicados en meses anteriores ya han tenido un impacto en los niveles de inflación. Con este nuevo gravamen, los analistas temen una presión adicional sobre los precios en un contexto económico marcado por la volatilidad.
La Food and Drug Administration (FDA), por su parte, ha advertido en repetidas ocasiones sobre la vulnerabilidad de la cadena de suministro de fármacos críticos como insulina, antibióticos y medicamentos contra el cáncer. Si la producción local no logra cubrir la demanda, el riesgo de desabastecimiento temporal se vuelve tangible, lo que afectaría directamente a hospitales y clínicas en todo el país.
Reacciones internacionales y posibles represalias
El anuncio provocó respuestas inmediatas en Europa y Asia. La Federación Europea de Industrias Farmacéuticas (EFPIA) pidió a Washington reconsiderar la medida y recordó que recientemente se habían pactado límites arancelarios de hasta 15 % en negociaciones con la Unión Europea y Japón.
Los mercados financieros reflejaron la tensión: laboratorios asiáticos registraron caídas bursátiles, mientras que compañías con plantas de producción en Estados Unidos, como Roche/Genentech y Novartis, señalaron que sus operaciones locales podrían beneficiarse de las exenciones previstas por la administración Trump.
Consecuencias para la salud global
La medida no solo tiene implicaciones internas. En un mundo donde la interdependencia de las cadenas farmacéuticas se hizo evidente durante la pandemia de COVID-19, los organismos internacionales alertan sobre los efectos colaterales que un arancel de este nivel puede generar en la oferta mundial de medicamentos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha insistido en la necesidad de diversificar las fuentes de producción y de garantizar la resiliencia de las cadenas de suministro. Con Estados Unidos marcando un precedente proteccionista, otros países podrían adoptar políticas similares, aumentando la fragmentación del mercado y dificultando la cooperación internacional en salud.
Un escenario de incertidumbre para el sector salud
El arancel del 100% a los medicamentos importados anunciado por Donald Trump abre un escenario de incertidumbre tanto para la industria como para los pacientes. Aunque la administración lo presenta como una apuesta por la autosuficiencia y la seguridad económica, los riesgos asociados inflación, desabastecimiento y mayores desigualdades en el acceso a terapias sitúan al sistema de salud en un punto crítico.
El desafío para los próximos meses será encontrar un equilibrio entre la soberanía productiva y el acceso oportuno a medicamentos esenciales, en un contexto donde las decisiones comerciales ya no solo definen la economía, sino que también ponen en juego la salud de millones de personas dentro y fuera de Estados Unidos.
[SRC] https://consultorsalud.com.mx/medicamentos-eeuu-arancel-100-importados-oct/