Moldavia acusa a Rusia de intentar influir en las elecciones parlamentarias
El primer ministro de Moldavia, Dorin Recean, ha advertido que Rusia está llevando a cabo una campaña multimillonaria para influir en las elecciones parlamentarias del país, programadas para este domingo. Recean afirma que el objetivo de Rusia es controlar el poder político y desviar a Moldavia de su rumbo proeuropeo.
Las acusaciones del primer ministro Recean
Según Recean, la intervención rusa se manifiesta a través de diversos métodos, incluyendo el financiamiento ilícito de partidos de oposición, la presunta compra de votos, los ciberataques a infraestructuras estatales y las campañas digitales diseñadas para manipular la opinión pública. El gobierno moldavo sostiene que posee pruebas, como escuchas telefónicas y el rastreo de flujos financieros provenientes de Rusia, que respaldan estas acusaciones.
- Financiamiento ilícito de partidos opositores.
- Compra de votos.
- Ciberataques a infraestructuras estatales.
- Campañas de desinformación en línea.
El gobierno moldavo también destaca la falta de alternativas sólidas frente a la coalición gobernante, el Partido de Acción y Solidaridad (PAS), que logró la mayoría parlamentaria en las elecciones pasadas y que encabeza la apuesta por el ingreso a la Unión Europea (UE).
Contexto geopolítico y tensiones crecientes
Las denuncias de Recean se producen en un contexto de deterioro de las relaciones con Rusia desde que Moldavia solicitó su integración a la UE, tras la invasión de Ucrania en 2022. Este hecho llevó a Bruselas a otorgarle a Moldavia el estatus de candidato y a habilitar las negociaciones para su ingreso.
El gobierno moldavo acusa a Moscú de llevar a cabo una "guerra híbrida" mediante operaciones encubiertas en los ámbitos político, digital y económico. Esta crisis se reflejó en el ajustado resultado del referéndum de 2023 sobre la orientación europea y en la reelección de la presidenta Maia Sandu, ambos procesos marcados por denuncias de injerencia rusa.
Protestas y operaciones policiales
El ambiente preelectoral también se ha visto afectado por protestas organizadas por el Bloque Electoral Patriótico (BEP), considerado cercano a intereses prorrusos. Estas movilizaciones, celebradas en Chisináu, han dirigido sus reclamos contra el gobierno y la presidenta, exigiendo una política exterior "más equilibrada".
La tensión aumentó con las operaciones policiales informadas al inicio de la semana, que incluyeron 250 redadas y la detención de 74 personas. La investigación busca desarticular un esquema que habría intentado provocar disturbios a gran escala, presuntamente vinculado con esfuerzos coordinados desde Rusia. Según Victor Furtuna, jefe de la Oficina para el Combate al Crimen Organizado y Casos Especiales, los sospechosos mantenían lazos y recibían presunta instrucción en Serbia.
La respuesta de Rusia y la incertidumbre electoral
Simultáneamente, la presidenta Maia Sandu reiteró que Moscú invierte “cientos de millones de euros” para influir en el resultado electoral. El candidato Nichita Romenschi, del BEP, reiteró su aspiración a la neutralidad y la coexistencia con la UE y Rusia.
Con la atención internacional puesta en la campaña, el escenario moldavo se configura alrededor de denuncias de injerencia extranjera, operativos policiales, protestas opositoras y la incertidumbre propia de la tensión geopolítica entre potencias. El desenlace electoral determinará tanto la composición parlamentaria como el rumbo estratégico de una nación situada históricamente en la frontera entre Europa Occidental y la órbita rusa.