Israel deporta a activistas de la Flotilla Global Sumud tras incidentes y denuncias de abusos
Israel ha deportado a decenas de activistas de la Flotilla Global Sumud, provenientes de España, Portugal y Países Bajos. Las deportaciones se produjeron tras la detención de los activistas por parte de las autoridades israelíes, generando denuncias sobre las condiciones de detención y el trato recibido. La Flotilla tenía como objetivo romper el bloqueo marítimo de Israel.
Deportaciones y acusaciones de Israel
El Ministerio de Exteriores israelí informó que 29 personas detenidas de la Flotilla Global Sumud fueron deportadas a España. El gobierno israelí describe la flotilla como una "maniobra publicitaria" y afirmó que todos los derechos legales de los participantes fueron "plenamente garantizados". Sin embargo, esta afirmación contrasta con las denuncias recibidas por parte del equipo jurídico de la Flotilla.
De los 49 españoles detenidos, 21 fueron deportados, según el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares. Israel indicó que algunos activistas optaron por prolongar el proceso legal de deportación, prefiriendo permanecer en Israel.
Denuncias de abusos y condiciones de detención
El equipo jurídico de la Flotilla, Adalah, denunció "graves abusos" contra los participantes retenidos en Israel. Según la ONG, los integrantes de la misión fueron sometidos a condiciones que constituyen "claras violaciones" de sus derechos en virtud del derecho internacional. Un abogado de la Flotilla informó que 478 tripulantes de 42 barcos fueron arrestados tras la intercepción de sus embarcaciones en aguas internacionales, quedando alrededor de 300 en prisión, tras las deportaciones realizadas.
Los activistas se encuentran en la prisión de Saharonim, en el desierto del Neguev, una cárcel de alta seguridad originalmente construida para albergar inmigrantes en situación irregular y que ahora acoge a presos palestinos.
Llegada de activistas a Estambul y testimonios
Un total de 137 activistas de la Flotilla Global Sumud llegaron al aeropuerto de Estambul el sábado, tras ser retenidos en la prisión de Ketziot. Fueron deportados en un vuelo de Turkish Airlines, incluyendo ciudadanos de Estados Unidos, Italia, Reino Unido, Jordania, Kuwait, Libia, Argelia, Mauritania, Malasia, Bahréin, Marruecos, Suiza, Túnez y Turquía.
El periodista italiano Lorenzo D'Agostino, quien formó parte del grupo de 26 italianos liberados, describió las duras condiciones de detención: "Nos llevaron a tierra y, una vez allí, se comportaron como un grupo terrorista. Nos patearon. Nos dejaron sin agua potable durante más de dos días. En general, aprovechaban cualquier oportunidad para humillar a cualquiera". También mencionó la visita del ministro de Seguridad Nacional israelí, Itamar Ben Gvir, quien, según D'Agostino, se aseguró de que los trataran como terroristas.
El caso de Greta Thunberg
La activista sueca Greta Thunberg también ha denunciado el trato recibido, afirmando que tuvo que sentarse durante largos periodos sobre superficies duras y que no le proporcionaron suficiente agua ni comida. Según la correspondencia entre el Ministerio de Asuntos Exteriores sueco y sus allegados, Thunberg también afirmó haber desarrollado erupciones cutáneas, que sospecha fueron causadas por chinches.
D'Agostino declaró que Thunberg, fue "humillada, envuelta en una bandera israelí y exhibida como un trofeo". Esta historia también fue confirmada por el periodista Ersin Celik, quien afirmó que Thunberg fue obligada a besar la bandera.