El "iPhone de la IA": El ambicioso proyecto de OpenAI y Jony Ive enfrenta desafíos
En septiembre de 2023, Sam Altman, CEO de OpenAI, y Jony Ive, ex-diseñador jefe de Apple, unieron fuerzas para crear un innovador dispositivo de inteligencia artificial apodado "el iPhone de la IA". Este proyecto, impulsado por la adquisición de la startup de Ive por parte de OpenAI por 6.500 millones de dólares, enfrenta ahora importantes obstáculos técnicos que podrían retrasar su lanzamiento.
Los desafíos del dispositivo de IA
Según el Financial Times, OpenAI planea lanzar su revolucionario gadget el próximo año, pero el proyecto se enfrenta a problemas críticos. Uno de los mayores desafíos es definir la personalidad del asistente de IA, crucial para un dispositivo que pretende estar siempre activo e integrado en la vida del usuario. Existe un debate interno sobre si el dispositivo debe actuar como un asistente tradicional, activándose solo cuando se le solicita, o de forma proactiva, anticipándose a las necesidades del usuario.
- Definir la personalidad del asistente de IA.
- Determinar si será proactivo o reactivo.
- Gestionar la privacidad del usuario al estar siempre activo.
El problema de la potencia computacional
Un obstáculo aún mayor para OpenAI es la falta de la potencia de computación necesaria para ejecutar sus modelos de IA en un dispositivo de uso masivo. A diferencia de Amazon y Google, que cuentan con amplios recursos para sus asistentes Alexa y el Asistente de Google, OpenAI depende de inversiones externas, como las de Microsoft, SoftBank, NVIDIA y AMD. Si el dispositivo alcanza la popularidad que Altman espera, la compañía podría enfrentar serias limitaciones en su capacidad de cómputo.
Características del dispositivo
Aunque los detalles concretos son escasos, Altman e Ive han revelado que el dispositivo tendrá un tamaño similar al de un teléfono móvil, pero no será un teléfono. No tendrá pantalla, y la interacción se realizará a través de cámaras, micrófonos y altavoces. Aunque no será unas gafas, algunos lo comparan con el fallido AI Pin de Humane. El objetivo es que el dispositivo pueda interpretar gestos y responder a peticiones en tiempo real.
El negocio del hardware de OpenAI
A pesar de generar 1.000 millones de dólares al mes, OpenAI gasta a un ritmo aún mayor y necesita multiplicar sus ingresos por diez para ser rentable. La entrada en el negocio del hardware se justifica como una forma de respaldar su alta valoración, que ya alcanza el medio billón de dólares. La adquisición de la startup de Ive y la contratación de expertos de Apple y Meta demuestran el compromiso de OpenAI con la creación de una división de hardware.
Privacidad e infraestructura: Obstáculos críticos
Las preocupaciones sobre la privacidad son un factor clave, ya que el dispositivo estará "siempre encendido" y recopilando datos ambientales de forma continua. Además, la necesidad de una infraestructura computacional masiva para ejecutar los modelos de OpenAI a gran escala representa un desafío logístico y financiero importante. La cautela de OpenAI podría estar influenciada por el fracaso comercial de otros dispositivos centrados en la IA, como el Humane AI Pin.
La Personalidad del Asistente: Un Dilema Crucial
El equipo enfrenta un desafío significativo al definir la "personalidad" del asistente. A diferencia de los asistentes de voz reactivos como Siri o Alexa, este dispositivo está diseñado para ser proactivo e intervenir según el contexto. La dificultad radica en programar la "conciencia social" y la capacidad de discernimiento de la IA, determinando cuándo debe intervenir, cómo mantener la conversación sin ser intrusivo y cómo concluir las interacciones de manera efectiva. El riesgo es que se perciba como una "otra persona" constante y no solicitada, generando rechazo.